Ella y el amante mar
Desnudándose frente al mar, dejando su alma abierta a todo lo que venga, a todo lo que quiera comerla por dentro y le cale bien hondo.
Pensando en el ahora por qué el ayer se fue y el mañana puede salir fuera de lo planeado.
Ella sola, bailando en la arena al ritmo del mar, cogiendo caracolas, viendo al cielo tintarse de rosa.
Y se pregunta sobre la vida, las idas y venidas, el cine romántico, los poetas de bragueta, el pelo al viento enredado y el aroma de la piel después de entregarse piel con piel.
Así, lentamente como la seda, deslizándose frente al mar dejándose engullir por ese sentimiento de tranquilidad.
Ella y el amante mar.
Judd G.
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