A mi amiga

Querida te escribo esto poqué sé que cuándo lo leas te darás cuenta de lo tonta que fuiste al creerte todas sus promesas.

Reconocerás que siempre eras la que dabas más mientras te alejabas de ti, de los tuyos y de tus deseos de veinteañera. 

Te escribo esto, aunque me odies un poco, por qué no es mentira el dicho "de todo se sale" solo nos cuesta un poco más cuándo nos da miedo y creemos que lo qué está allí afuera será peor que lo malo que conocemos.

No hay que normalizar que te dejen plantada sin previo aviso, que te tengan de segundo plato, que no se rompan una uña por ti, que no te saquen sonrisas si estas mal y que lo agraven, que no te saquen sonrisas, que no te den los buenos días con besos, mensajes o ambos. 

No debes creerte "el cambiaré" después de tantas oportunidades, de tantos días llorando en casa, de tantos hábitos tóxicos repetitivos. Si no es, es por qué algo INFINITAMENTE mejor está por llegar y creeme: llega.

Debes de pedir mínimo lo qué das, y aventurándome, mucho más. Por qué eres una mujer libre, responsable, profesional, agradecida, con miedos y fortalezas, con dudas y con soluciones debajo de la manga, por qué no necesitas a nadie para ser feliz: miento, solo a tí. 

Debes de salir, reir, bailar, acabarte una botella de vino, apuntarte al gimnasio y no ir, o descubrir un arte marcial y volcarte en eso, en viajar y conocer nuevas almas que aunque sean de paso te darán vida y una mentalidad más abierta. Definitivamente: haz lo que te de la real gana, pero hazlo.

No tengas miedo, somos muchas las que nos hemos sentido así, encadenadas a alguien que no metería la mano en el fuego por nosotras.

Judd G